El archivo .config (generalmente ubicado en /usr/src/linux/.config) es el encargado de almacenar el listado de piezas (módulos) a ser compiladas e incluidas o enlazadas hacia nuestro kernel. Dicho de otra forma, es el mapa de ADN de nuestro Linux y se vuelve un archivo fundamental que debe ser resguardado para reutilizarlo a la hora de actualizar nuestro sistema.
No entanto, en el caso que este archivo desaparezca o un rm se ejecute a la ligera, es posible dotar a nuestro kernel con la capacidad de exponer hacia el usuario las configuraciones con las que fue creado.
Paso 1 – Habilitar la creación de .config a partir de un kernel en ejecución
Para que un kernel en ejecución pueda «exponer su ADN» primero tiene que tener esta capacidad. Así, la primera vez que compilemos nuestro kernel debemos de habilitar la opción CONFIG_IKCONFIG_PROC disponible en:
General setup │ -> Kernel .config support (IKCONFIG [=y])
Paso 2 – Generar un archivo .config
Si en algún momento necesitamos ver y salvar la configuración de nuestro kernel, basta con utilizar zcat y un redirect
1 | zcat /proc/config.gz > .config |
Así, tendremos siempre un respaldo vivo de la configuración de nuestro kernel :).